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Caso de éxito La logística de la cerveza se hace digital

Mahou San Miguel utiliza las nuevas tecnologías en sus almacenes para controlar la planificación en todas las entregas, dinamizando la distribución de las bebidas por todo el país

 La cerveza marida estupendamente con un montón de cosas, pero a primera vista se diría que la tecnología no es una de ellas. Y es un error. Con millones de fanáticos de este brebaje repartidos por todo el país, fabricar y distribuir bidones y botellines se convierte en un proceso complejo en el que todo tiene que estar automatizado, medido y digitalizado. Sobre todo cuando eres el mayor productor español de cerveza, y ostentas el 70% del mercado de cerveza española exportada.

Mahou San Miguel riega de cerveza toda España. Además de las dos marcas que componen su nombre empresarial tiene en su catálogo Alhambra, así como una amplia gama de cervezas internacionales, cervezas craft y marcas de agua como Solán de Cabras. La idea clásica de que las cervezas se consumen según el territorio tiene una base real. Mahou es la más consumida en Madrid, San Miguel en la cornisa cantábrica y Alhambra en Granada y la mitad oriental de Andalucía. Aun así estas tendencias se están atomizando y cada vez bebemos más de todo en todos lados.

 

 

Quizá por ese motivo, hace unos años, las distintas fábricas de este grupo dejaron de especializarse en fabricar una marca concreta y pasaron a diversificar. “Fue el proyecto de intercambiabilidad y fue muy interesante”, confirma José Manjarrés, Director de Planificación en el área de Logística en Mahou San Miguel, “aunque también supuso un reto desde el punto de vista logístico, nos cambió todo el modelo”.

Su modelo se ha ido perfeccionando con los años, a medida que la tecnología lo permitía. Especialmente lo hizo cuando decidieron asociarse con Telefónica Empresas para revolucionar su planta logística. Esto ha digitalizado procesos incluso antes de entrar en la fábrica en sí.“Tenemos una plataforma donde los transportistas reservan cita para entrar en el almacén”, explica Manjarrés. “Esto nos permite tener un cierto orden, una cierta planificación en todas las cargas y descargas de un almacén”.

Ya con el camión en la fábrica, las mercancías que en él se cargan son preparadas no solo por una persona. En el proceso también ayudan los robots. “Es un proceso semiautomático, porque hay una persona que es quien pone las cajas encima del palet con un brazo articulado”, reconoce Manjarrés. “Pero la persona está fija en su puesto de trabajo y quien le acerca la mercancía del producto es el robot”. El experto describe a este como algo similar a las aspiradoras automáticas que muchos tenemos en casa (pero bastante más fuerte).

Hace más de dos años, Mahou San Miguel hizo una apuesta que parecía arriesgada. Lanzó un ecommerce de cerveza, una plataforma llamada Solana donde el consumidor podía pedir packs de cervezas para que le llegaran directamente a su casa. Las previsiones eran buenas, aunque sabían que, a fin de cuentas, la cerveza se bebe más en los bares que en casa. Y entonces llegó la pandemia. “Tuvimos que poner varios turnos de preparación en el almacén. De hecho, trabajamos las 24 horas para poder cubrir toda la demanda que nos llegaba”, recuerda Manjarrés de aquellos primeros meses.

La magia del 'machine learning'

Pasar de una distribución mayorista a una minorista, con el usuario como receptor final, es un proceso complejo. No solo por lo que respecta al operador de última milla, que se suele externalizar, sino por la misma organización del almacén. Los pedidos son mucho más volátiles y hay que contabilizar el stock. “Tenemos casi 1.000 referencias y muchas son de baja rotación, especialmente en este canal. Quiero decir que venden poco volumen y no hay una demanda continuada”, explica el experto.

Pero para resolver este nuevo reto encontraron un aliado inesperado: el machine learning. “Estas técnicas, que están dentro de lo que es la inteligencia artificial, nos ayudan a prever mejor no la demanda de estas referencias”. Esto es necesario para poder organizarse con el distribuidor y adelantarse a picos de demanda para épocas en las que sube el consumo.

El machine learning tiene un rol importante en este proceso, pero se está implementando en toda la compañía, “están en funcionamiento o los RPAs que son unos robots de software que lo que hacen es todas esas tareas repetitivas que antes tenían que hacer los trabajadores”, señala Manjarrés.

También están trabajando en un proyecto para digitalizar toda la documentación de los transportistas. En otro para aumentar sus AGVs. Hay varias ideas a implementar en los próximos años. El viaje tecnológico de una empresa no tiene un destino concreto, es más bien una constante necesidad de estar en movimiento, de actualizarse para no quedarse atrás. Es un viaje largo así que es mejor escoger un buen compañero de travesía. Como Telefónica Empresas.