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"Las tecnologías necesarias para la transición digital son parte del ADN de nuestra compañía"

La digitalización de la industria es urgente o, como dice María Eugenia Bórbore, el momento es ahora. Como experimentada compañera de viaje de las empresas del sector, Telefónica Empresas pone a disposición de estas las más avanzadas soluciones para que modernicen sus procesos, tomen mejores decisiones y sean a un tiempo más sostenibles y rentables.

¿Cuál es tu cometido en la empresa?

Dentro de la unidad de Empresas estoy en el equipo de Marketing, donde trabajamos en el desarrollo de negocio para verticales muy escogidos. Tenemos disponible una serie de líneas de producto que nos dan el input de las tecnologías que se comercializan y lo aplicamos a verticales muy concretos. Trabajamos en una primera fase de reflexión, de entender cuál es la oportunidad y cuáles son las necesidades específicas de ese sector. Estamos colaborando con industria, educación y Gobierno.

¿La Industria 4.0 es una realidad? 

El momento de la Industria 4.0 es ahora. Según una encuesta de PTC entre 392 empresas en el mundo, el 92% ya está en fase de transformación digital; por lo tanto, podríamos decir que se acerca a esa realidad. Sin embargo, alrededor de la mitad (51%) todavía está evaluando, planificando o experimentando sus planes, mientras que el 41% ya está en fase de implementación a gran escala. Esto varía en función de la región, pero está claro que el camino está iniciado. La Industria 4.0 es una profunda transformación de los procesos y modelos productivos gracias a la masiva implantación de la digitalización, de la conectividad y del uso de los datos.

¿Este sector lleva la delantera frente a otros cuando hablamos de digitalización?

Es lógico que, debido a las velocidades de implantación diferentes, las propias características de su cadena de valor y a la idiosincrasia de los mercados, existan mercados que se sitúen por delante en términos absolutos. El estudio Vortex digital de IMD revela que los sectores más activos e intensos por el momento son media/entretenimiento, retail, telecomunicaciones/tecnología y servicios financieros.

En industria, cabe diferenciar los subsectores que la componen: la automoción lidera ese cambio, siempre abocada a grandes transformaciones (por la electrificación, conectividad, autonomía y la movilidad de los vehículos). Pero el resto debe ir detrás: alimentación, energía… Esto es un proceso, que debe evidenciarse en todas las fases de la cadena de valor, consiguiendo quick wins con impacto en el negocio que apoyen una apuesta cada vez más decidida y ayuden a romper las barreras internas de las compañías.

¿Cuáles son las ventajas de digitalizarse?

Algunos ejemplos cuantitativos que pueden evidenciar los beneficios son: reducción de costes, que puede llegar hasta un 75% en tiempo de recolección de datos, entre un 10%-20% en costes logísticos, hasta un 20% en costes de producción y 30-50% en costes de inventario; incremento de la productividad del trabajador en torno al 20%-30% gracias a que la digitalización permite a los trabajadores potenciar sus habilidades, competencias y satisfacción (estamos viendo negocios que todavía funcionan con Excel, Access, recopilando información en papel…); mejora del impacto medioambiental y la sostenibilidad, con una reducción hasta un 30% de CO2, 85% en Nox…

En definitiva, la compañía se hace más atractiva a la hora de aumentar su capitalización en el mercado y se ve favorecida por inversores.

¿Qué tecnologías están transformando la industria?

Todas desempeñan un rol importante, siempre que el proceso que aborden sea resuelto de forma eficiente. En una etapa anterior (años ochenta y noventa), la tecnología estaba enfocada a sensorizar y automatizar de cara a obtener el mejor producto posible, en el menor tiempo y con la máxima rentabilidad. Ahora lo que se busca, además de eso, es tener una visión en tiempo real del proceso y un control extremo a extremo.

Cuando se conecta desde el proveedor a la entrega del producto al consumidor, estás consiguiendo una visibilidad del proceso que antes no tenías. Eso fundamentalmente facilita la toma de decisiones. Para esto, algunos de los principales habilitadores que van a marcar esta transformación digital en la Industria son: las conectividades flexibles e inalámbricas; las plataformas, que permitan procesar la información extraída y trasladar la misma al negocio; el procesamiento de la información mediante big data e inteligencia artificial de cara elevar exponencialmente el valor que se obtiene de la captura de información y maximizar el retorno de los casos de uso; y herramientas de seguridad, que resuelvan los retos derivados de la interconexión de la red OT.

Lo maravilloso de este momento es que las tecnologías que antes estaban aisladas ahora se refuerzan entre sí. Así, las cámaras de visión hiperespectral detectan los alimentos potencialmente en mal estado en la propia línea e informan de un posible retraso en la entrega; la realidad aumentada permite dar soporte a un operario remoto y conocer en tiempo real si la operación que realiza está funcionando; y el dato recogido de todos los elementos conectados y sumado a los datos de negocio de nuestro ERP permite planificar el comportamiento de nuestra producción.

¿El 5G cómo cambiará el futuro del sector?

Es uno de los grandes habilitadores. El 5G, el uso de unas comunicaciones inalámbricas críticas y fiables, es clave para flexibilizar los procesos. Cuando una empresa moviliza sus herramientas, sus cadenas de montaje, su robótica, cuando automatiza sus procesos, cuando quiere un control en tiempo real de su actividad, necesita unas comunicaciones inalámbricas que nunca fallen, que garanticen la calidad de servicio y la continuidad del negocio, y ahí es precisamente donde entra el 5G.

Ofrece los anchos de banda y las latencias necesarios, permite tener un mayor número de dispositivos conectados y sin interferencias, garantiza la calidad del servicio de todas las comunicaciones y facilita que las aplicaciones de los clientes y la capacidad de cómputo para las mismas se desplieguen de manera flexible gracias al edge computing integrado con la red.

Este es un año muy importante y lo hemos inaugurado con el lanzamiento de varios servicios 5G para este sector de empresas. En este escenario, Telefónica y Gestamp han puesto en marcha, en una de sus factorías de Barcelona, el primer proyecto de fábrica digitalizada con 5G en España, bajo el concepto de Smart Factory. También hemos desarrollado la red privada 5G para logística en la central de Valdemoro de El Corte Inglés para optimizar los procesos de paquetería y clasificación. Además, ha desplegado 5G en el astillero de Navantia (Ferrol) y desarrollado aplicativos en edge computing en diferentes tareas, dentro del proceso de construcción de barcos.

¿Y el ‘edge computing’?

El dato en tiempo real es la clave para obtener esa mejora en los procesos productivos. El dato debe ser tratado, analizado, compartido entre diferentes departamentos o stakeholders, y toda esta flexibilidad solo se consigue si se encuentra en una nube y es próxima para poder tener en cuenta las necesidades de producción.

Telefónica tiene una estrategia muy clara en torno al edge computing o computación en el borde, que no es más que poner a disposición de los clientes una capacidad de cómputo flexible y elástica cerca de sus empresas. El edge computing combinado con la baja latencia del 5G significa que la empresa puede desplegar nuevas funcionalidades en sus instalaciones sin necesidad de desplegar infraestructura IT local, pudiendo usar en su lugar la capacidad de cómputo de nuestro edge, con los consiguientes ahorros en costes y en tiempo, así como una mayor flexibilidad ante cambios y evoluciones futuras.

¿La industria española se está transformando?

Sí, pero no a suficiente velocidad. El tejido empresarial en España se compone en su mayoría de microempresas y pymes. Alrededor del 1% son grandes empresas (con más de 250 trabajadores). Eso dificulta la implantación de nuevas tecnologías. El tamaño de la empresa lastra el acceso a la financiación, la internacionalización e influye en la productividad. Todo ello afecta a la competitividad del sector industrial en España. Las pequeñas y medianas empresas tienen un reto por delante. El sector industrial es clave para dar una mayor estabilidad y competitividad de la economía: genera alto valor añadido, empleos directos, así como infinidad de indirectos en servicios asociados a la actividad industrial.

¿Cómo aprovechar los fondos europeos para dar un impulso al sector?

Los fondos europeos, a través del componente 12 en este caso, tienen un claro objetivo de favorecer el tejido industrial, haciéndolo más relevante, centrado en la transformación digital, con claro impacto en la sostenibilidad de la industria española. Pero lo importante es comenzar el camino de la transformación, cuanto antes y establecer un plan y comenzar a ejecutarlo de manera consistente, contar con socios que nos ayuden en este camino. Los fondos son una herramienta para lograr esa transformación, pero no deben ser un fin. Pienso que es más importante que el empresario entienda que si no se digitaliza dejará de ser competitivo a corto plazo porque otro lo habrá hecho antes que él. Trabajamos en un mercado que termina siendo global.

¿Una industria más conectada es también una industria más sostenible?

Aunque puedan parecer objetivos diferentes, están intrínsecamente interrelacionados. La industria es el responsable del 31% del consumo total de energía en España. Para que una empresa sea verdaderamente sostenible está obligada a medir cada una de sus decisiones, y para ello, la digitalización es la clave. Ayuda a prevenir posibles mermas y contribuye a la reutilización de materia prima, base de la economía circular. En general, desde la propia producción, el consumo eléctrico, incluso en la propia red de distribución de la flota de vehículos, hay que adoptar hábitos que favorezcan la reducción de emisiones de CO2. Aquí sumamos otro factor: una industria conectada es más sostenible y también más rentable, en tanto en cuanto la marca tendrá una mejor imagen y será preferida por el cliente frente a otras.

¿Qué puede aportar Telefónica Empresas en la transformación de este sector?

Somos un socio referente por varios motivos. Lo primero, porque las tecnologías necesarias para la transformación (conectividad, plataforma, datos y seguridad) forman parte de nuestro ADN, y contamos con una red de socios en áreas muy diversas que dan respuestas a las necesidades de nuestros clientes. Somos neutrales tecnológicamente, es decir, entendemos el problema del cliente y le ofrecemos la solución dentro del ecosistema de socios y nuestras capacidades.

Telefónica Empresas viene trabajando intensamente en el sector industrial y contamos con gran cantidad de casos de éxito en proyectos industriales de gran escala. En este sentido, con la reciente compra por parte de Telefónica Tech de Geprom, estamos reforzando el conocimiento de los procesos productivos industriales, a través de un equipo de muy alto valor y especializado. Por todo esto, Telefónica Empresas reúne las condiciones más completas para el sector, y lo vemos además como un debe hacia el tejido industrial.